● Te sientes liberado, como si te hubieras quitado una enorme losa de una tonelada de encima.
● Empiezas a ser más positivo en tu vida. Sientes que quieres hacer cosas nuevas.
● Te vuelves más creativo.
● Piensas mejor, te concentras mejor
● Mejoran las relaciones familiares y entras en un estado de paz y tranquilidad que te acompaña en tu vida. Tu casa es tu templo de calma y comodidad, en lugar de un sitio donde solo hay ruido mental, discusiones y falta de entendimiento.